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ASAMBLEA 2005. FE CRISTIANA Y CONCIENCIA CIUDADANA. MANIFIESTOS 1 y 2

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– Autor: Varios Autores –
 

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Trescientas cristianas y cristianos reunidos en Madrid los días 19 y 20 de noviembre de 2005, convocados por los colectivos abajo firmantes, desde el ejercicio de nuestra ciudadanía y la perspectiva de la fe cristiana que compartimos QUEREMOS MANIFESTAR PÚBLICAMENTE:

•La urgencia de reivindicar y legitimar la participación, responsabilidad y toma de decisiones de las mujeres en las prácticas, discurso y celebraciones de la Iglesia, en pie de igualdad con los varones.

•La importancia de la autonomía de las mujeres en el control de su sexualidad y su capacidad reproductiva, que posibilita un impacto positivo en sus vidas, en la de sus familias y la de sus comunidades y favorece su participación pública en procesos económicos, políticos y sociales.

•El reconocimiento de que la decisión de llevar o no a término un embarazo corresponde a las mujeres, en una sociedad que ha de respetar esa decisión, con un Estado que ha de garantizar condiciones adecuadas para la misma y una Iglesia que ha de acoger esa decisión en libertad.

•La comprensión de que Dios pone en el corazón de las personas las diferentes orientaciones sexuales y que corresponde a gays y lesbianas cristianos hacer visible esa realidad en el marco de su comunidad.

•La constatación de que existe una concepción conservadora de la familia que se apropia del término y utiliza la estrategia de invisibilizar la existencia de las familias homoparentales y de otras diversidades familiares.

•La convicción de que desobedecer y denunciar cualquier tipo de injusticia, de forma responsable, crea referentes constructivos y libera a la comunidad, una denuncia enérgica hecha desde el amor y la fraternidad.

•El desvelamiento de que el miedo es la raíz psicológica de todo fundamentalismo y de que descubrimos ese miedo a la libertad, a la diversidad, a la inseguridad, a perder poder, al cambio, al vacío en la jerarquía de nuestra iglesia.

•El posicionamiento contra los fundamentalismos religiosos, que coartan gravemente la libertad de conciencia, y contra el fundamentalismo del mercado, que impone una ideología de voracidad, desigualdad y sumisión.

•El valor del ecumenismo de las bases, desde las experiencias y las prácticas más que desde las ideas y el valor del auténtico diálogo interreligioso y el mutuo conocimiento entre distintas confesiones.

•La necesidad de una escuela laica que garantice la educación en valores cívicos laicos y el respeto por la diversidad cultural en una sociedad igualitaria en la que no procede ningún adoctrinamiento religioso dentro del ámbito escolar.

•El convencimiento de que en el seno de una sociedad laica, que asume valores humanos no condicionados por lo religioso, hemos de despojarnos de poderes y privilegios confesionales. Por lo que evidenciamos el interés enmascarado de la jerarquía católica respecto a la financiación de la misma por el Estado y reclamamos una revisión de los acuerdos entre la Iglesia y el Estado.

Denunciamos también la vinculación de la jerarquía católica con los posicionamientos de los sectores políticos más conservadores del país y su alineamiento con los planteamientos reaccionarios y dañinos que emite habitualmente la cadena COPE.

Madrid, 20 de noviembre de 2005

Plataforma convocante: Area de Asuntos Religiosos de la FELGT; Asociación Irimia; Atrio; Católicas por el Derecho a Decidir; Comisión de Asuntos Religiosos COGAM; Comunidades Cristianas Populares; Coordinadora de Crentes Galegos; Corriente Somos Iglesia; Cristianos por el Socialismo; Encrucillada; Iglesia de Base de Madrid; Movimiento por el Celibato Opcional (MOCEOP); Soms Esglesia Catalunya; Revista Tiempo de Hablar; Revista Utopía; Mujeres y Teología; Kristau Sarea Bizkaia-Red Cristiana.

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CAMPAÑA POBREZA CERO (Leído al final de la Asamblea 2005)

Estamos aquí para recordar que este año 2005 la ciudadanía global no nos resignamos a que la mitad de la población mundial viva en la pobreza. Y a recordar de nuevo que existen medios suficientes, tecnologías, desarrollo y capacidad para afrontar uno de los mayores retos a los que se enfrenta la humanidad: la pobreza.

No nos resignamos a que mueran cada día de hambre 30.000 seres humanos, cuando hay recursos para todos. No nos resignamos a que cada año mueran 10 millones de niños y niñas menores de cinco años por causas fácilmente evitables. No nos resignamos a que 50 millones de personas estén infectadas con el VIH y la gran mayoría no tenga acceso a tratamientos ni a atención médica. No nos resignamos a ver cómo el deterioro ecológico del Planeta avanza convirtiendo el mundo en un lugar más precario para la vida, especialmente en los países más pobres.

La persistencia de la pobreza y la desigualdad en el mundo de hoy no se puede justificar. Actualmente, el 10% más rico del planeta disfruta del 70% de las riquezas, y las brechas de pobreza siguen creciendo. El compromiso internacional, para dar un primer paso en la erradicación de la pobreza, está materializado en los Objetivos de Desarrollo del Milenio, y tan sólo exige voluntad política por parte de los Estados y de las organizaciones internacionales. Según Naciones Unidas, los países ricos deberían invertir al menos el doble de lo actual para alcanzar los Objetivos del Milenio, lo que representa la quinta parte del presupuesto militar anual.

Aún estamos a tiempo si nos movemos, aunque ya vamos retrasados. Si no cambian las cosas para el año 2015, morirán 45 millones de niños y niñas y 97 millones de menores seguirán sin escolarizar.

Por eso, la Campaña Pobreza Cero quiere recordar que los líderes mundiales tienen una larga lista de promesas incumplidas, tales como los compromisos de incremento de la Ayuda Oficial al desarrollo, la necesidad de abordar los problemas de deuda externa y los cambios urgentes de las reglas actuales de comercio internacional que se necesitarían para un reparto justo y equitativo de sus beneficios.

Las medidas que se han tomado siguen siendo insuficientes. Hace casi cuarenta años que se estableció la necesidad de que los países desarrollados destinaran el 0,7% de su riqueza para el desarrollo de los países empobrecidos, pero en la actualidad, el conjunto de los países desarrollados apenas destina un 0,24%. Las acciones anunciadas contra la deuda el mes pasado por el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional son así mismo insuficientes. Si el objetivo real fuera permitir el cumplimiento de los Objetivos del Milenio sería imprescindible que se cancelara inmediatamente el total de la deuda a los 62 países más empobrecidos del mundo.

Por ello os animamos a que continuemos movilizándonos y presionando a nuestros representantes políticos para que formalicen un Pacto de Estado para erradicar la pobreza mundial, para que con compromisos muy concretos, España contribuya al cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo del Milenio.

Y a tan pocos días de la cumbre ministerial de la Organización Mundial del Comercio, pedimos que se cambien las reglas del comercio internacional para que, en lugar de imponerse un modelo único que impulsa la privatización, liberalización y mercantilización de todos los bienes y recursos, se garantice el derecho de los pueblos a definir su propio modelo de desarrollo y a aplicar aquellas políticas más acordes con su realidad y sus objetivos de desarrollo humano.

Madrid, 20 de noviembre de 2005

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