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Me gustaría comenzar este breve relato agradeciendo lo mucho que ha significado Pedro Casaldáliga en mi vida como persona y como creyente. Acepté esta colaboración por los lazos afectivos que a él siempre me han unido. El haber convivido con él y el equipo de Sâo Félix, compartiendo sus luchas, sus afanes y esperanzas en aquel inmenso sertâo, bajo el acoso continuo de la policía militar, siendo testigo de tantas muertes de gente sencilla, del salesiano Rodolfo, del indio Simâo y, sobre todo, la del P. Joâo Bosco con el que pasé la noche anterior de su asesinato. Desde aquel 12 de octubre, en frase de Pedro, “ninguno de nosotros nos sentíamos lejos de la muerte en esa hora”.
Siempre he considerado la oportunidad de haber trabajado en Sâo Felix como el gran regalo de mi vida. En Pedro siempre encontré al amigo y al padre al que nunca le faltaba una palabra de aliento. Siempre me tendió su mano y nunca me faltó su apoyo. ¡¡¡Gracias Amigo Pedro!!!
- Su primera Carta Pastoral: “Una Iglesia en la Amazonía en conflicto con el latifundio y la marginación social” se hizo pública diez días antes de su consagración episcopal.
Esta Carta le puso definitivamente en contra de los latifundistas y del gobierno. Como consecuencia, el entonces presidente brasileño, Ernesto Geisel, quiso expulsarlo del país, pero al no poder hacerlo por temor a crear un conflicto con el Vaticano (“el que toca a Pedro, toca a Pablo” llegó a decir Pablo VI), desencadenó una brutal y violenta persecución. La policía militar y el ejército invadieron la Prelatura en acción antiguerrillera, en palabras del general al mando: “para controlar al obispo de Sâo Félix, a su equipo, a los indios y a los posseiros”.
Y como consecuencia de esa ocupación, las tropas se dispersan por los poblados de la Prelatura quemando casas, intimidando al pueblo, y confinando a los agentes de pastoral, a los sacerdotes y al obispo. El mismo Pedro notifica su prisión y la de sus colaboradores a los obispos brasileños el día 8 de julio del 1972 con una breve carta que logra hacer salir de Sâo Félix por medio de una niña hija de unos amigos. Incluso dentro de la misma iglesia, el arzobispo de Diamantina, Dom Geraldo Poença Sigaud, desencadenó una campaña contra él acusándolo de “subversivo, comunista y guerrillero”. Pero, en honor a la verdad, a Pedro nunca le faltó el apoyo de las Conferencias regionales de los Obispos del Nordeste y del Centro-Oeste de Brasil con D. Tomás Balduino, obispo de Goias, D. Fernando Gomes, arzobispo de Goianía, y D. Aloisio Lorschaider, presidente de la CNBB, a la cabeza.
- Hay que reconocer que esta Carta Pastoral, tan decisiva en la vida de Pedro, apenas tuvo eco en la prensa española. Sólo Misión Abierta, septiembre-octubre de 1973, hace un estudio exhaustivo –220 páginas– en el que se recoge la historia de la Prelacía y los motivos por los que fue perseguida; los testimonios directos de sus gentes, sacerdotes y agentes de pastoral; las persecuciones que padecen y su pastoral evangelizadora. Lo más destacado en esta revista fue la detención del obispo Pedro y de sus colaboradores hasta la tortura.
También se hizo eco la Agencia Efe en varios comunicados de los que fueron publicados en Madrid, por Ya, ABC, Informaciones y Nuevo Diario, La Vanguardia y el Correo Catalán en Barcelona. Por su parte, fueron Vida Nueva, El Ciervo y Tercer Mundo los que informaron con mayor amplitud, con las firmas de Jose M.ª González Ruiz, Lorenzo Gomis y Fernando Blas, entre otros.
La amenaza de expulsión del obispo Pedro Casaldáliga empezó a tener mayor interés en la presa española. Así, en 1977, El País escribe: “Obispo español, cuya expulsión de Brasil parece inminente, ha recibido el apoyo del Consejo Mundial de las Iglesias, que congrega a la gran mayoría de las iglesias cristianas del mundo”. Tras esta noticia del diario El País, las referencias a Pedro y sus denuncias se multiplican con periodistas como Juan Arias y Francisco Valls, o teólogos como Leonardo Boff, etc.
Carmen Sarmiento, impactada por la Carta y la pastoral de Pedro en la Prelacía –y realizando para TVE Los Marginados, viajó al Mato Grosso para oír de labios del “obispo rojo” el sometimiento y la explotación que estaban sufriendo los indígenas y braceros de la región. Este encuentro con Pedro lo recoge en dos de sus documentales de la serie Los Excluidos: Indígenas en lucha por la supervivencia y La lucha por la tierra.
En su libro Los marginados,publicado en 1985, dedica a Pedro el primer capítulo, describiendo con gran realismo y sensibilidad la situación de marginación y pobreza de los indígenas.
Me sería imposible recoger aquí la muy buena acogida que ha tenido Pedro en España y Latinoamérica a través de sus publicaciones y libros. Solo en Religión Digital se reseñan 981 aportaciones. Por su parte, Editorial Claret publicó en 1978 dos libros con los títulos de Pere Llibertat y Airada esperança; Desclée de Brouwer, en 1977, editó Los Poemas Malditos del Obispo Casaldáliga, que, en palabras de Teófilo Cabestrero, son “auténticos gritos de dolor del pueblo acosado por el latifundio; profesiones dolientes de fe, desahogos de amor y de ira; ofertas de Evangelio para la libertad”; y también en ese mismo año La Muerte que da sentido a mi Credo; y En rebelde Fidelidad, en 1983.
Por esa misma década de los 70, Ediciones Sígueme publica, de la mano de Cabestrero, el libro Diálogos en Mato Grosso con Pedro Casaldáliga.
Por parte de sus hermanos en religión, Misión Abierta dedicó en 1986 un número titulado Nicaragua Combate y Profecía. Y la Editorial Nueva Utopía: Al Acecho del
Reino, 2001; Pedro Casaldáliga, Obispo al Servicio del Pueblo de Dios, Homenaje en su Jubilación episcopal, 2003, en él se recogen las claves para entender el porqué y el cómo de la vida de Pedro, descritas por autores como Leonardo Boff, Benjamín Forcano, Evaristo Villar, Secundino Movilla, Jose Mª Vigil, Rufino Velasco.
La revista Alandar, una publicación sencilla, pero de gran calado en los creyentes más progresistas, le concedió el Premio Alandar en 1995. Nunca faltó su mensaje de aliento a los Congresos de Teología, celebrados en los meses de septiembre en Madrid. En diciembre de 2017 pudimos ver la miniserie de dos capítulos Descalzo sobre la tierra roja, basados en el libro de Francesc Escribano.
Resumiendo, el impacto de Pedro Casaldáliga en los medios y en la sociedad española, una vez superada la dictadura, ha sido grande. Sobre todo entre los medios de comunicación más libres, sectores progresistas de la sociedad y los de Cristianos/as de base (Iglesia de Base, Redes Cristianas). La impresión que nos ha dejado su ausencia puede quedar resumida en esta frase del Foro de Curas de Madrid: “Nos sentimos algo huérfanos sin él pero su testamento quedará para siempre con nosotros”.
