jueves, marzo 28, 2024
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CARTA AL CARDENAL ROUCO

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Éxodo 93 (marz.-abril.’08)
– Autor: Foro de Curas de Madrid –
 
A Don Antonio, nuestro hermano y Pastor en la Iglesia que peregrina en Madrid.

La celebración de la Pascua ha dejado en todos nosotros la certeza de que el Señor, rebosante de vida, está siempre a nuestro lado, nos explica las Escrituras, parte para nosotros el pan y nos calienta el corazón.

En este caminar pascual, como Foro de Curas de Madrid nos dirigimos a Ud. para compartirle nuestros sentimientos ante el VIII Encuentro de comunicadores sociales organizado por la Delegación Pastoral Diocesana de Medios de Comunicación Social y el Consejo Diocesano de Laicos en el marco de la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales.

Con sorpresa hemos visto que la primera conferencia: “Libertad y opinión pública” será impartida por el director y presentador de “La mañana” de la COPE, Federico Jiménez Losantos. La tarde comenzará con una mesa redonda sobre “Medios de comunicación social y opinión pública”, en la que intervendrán Benigno Blanco, presidente del Foro de la Familia; Ignacio Villa, director de los Servicios Informativos de la Cadena COPE; Cristina López Schlichting, directora y presentadora de “La tarde con Cristina”, de la Cadena COPE; Eva Galvache, redactora jefe de programación Socio-Religiosa de la Cadena COPE, y Elsa González, redactora jefe del área de Sociedad de la Cadena COPE. La jornada concluirá con la conferencia “Claves para interpretar la opinión pública”, impartida por César Vidal, director de “La Linterna”, de la Cadena COPE.

Se supone que estas jornadas se organizan con la finalidad de orientar a los católicos sobre la utilización de los medios de comunicación en la tarea evangelizadora ya que, como dice el mensaje de Benedicto XVI para la Jornada de este año: “Los medios de comunicación se han convertido en parte constitutiva de las relaciones interpersonales y de los procesos sociales, económicos, políticos y religiosos”. Se supone que los ponentes serán personas que, por su manera de comunicar, su trayectoria profesional y sus conocimientos pueden ayudar en esa tarea evangelizadora y que los medios de comunicación en que trabajan, por sus mensajes y sus formas, van en ese mismo sentido.

El mensaje del Papa expone, entre otras cosas, que: “Los medios de comunicación pueden y deben ser instrumentos al servicio de un mundo más justo y social”… “Sufren el riesgo de que se transformen en sistemas dirigidos a someter al hombre a lógicas dictadas por los intereses dominantes del momento. Es el caso de una comunicación usada con fines ideológicos”… “Para favorecer la así llamada audiencia, a veces no se duda en recurrir a transgresiones, a la vulgaridad y a la violencia”… “Se proponen y mantienen modelos de desarrollo que aumentan en vez de reducir la distancia entre países pobres y ricos”… “Sobre algunos hechos los medios no se usan en su papel adecuado de informar, sino para “crear”, los propios eventos inducidos por una visión funcional para intereses económicos y políticos determinados”.

Cuando nos hemos encontrado con esta lista de ponentes, con la exclusiva presencia de la COPE en estas Jornadas, nos hemos convencido, una vez más, de la nula voluntad del Arzobispado por cuidar los objetivos pastorales de los medios de comunicación ni por tener en cuenta el pluralismo de la comunidad eclesial madrileña. La COPE se ha destacado en estos últimos años en el panorama mediático por sus mensajes y maneras agresivas, insultantes, calumniadoras en algunos casos. Es evidente su alineamiento exclusivo, en las últimas semanas, no sólo a favor del Partido Popular, como venía haciendo, sino, en la lucha al interior del Partido, por los intereses y estrategias de una de sus facciones: la que representa Esperanza Aguirre.

Para no pocos sectores de la Iglesia y la sociedad madrileña, entre los que nos contamos, los mensajes y las formas de transmitirlos de la Cadena COPE están muy alejados del Evangelio y de estas orientaciones de la doctrina social de la Iglesia. Son numerosas las personas e instituciones católicas que lo vienen repitiendo en los últimos años y a las que no se les presta la más mínima atención. Aducen Uds., para justificar la situación, explicaciones poco convincentes como que “ha crecido la audiencia”; “respetamos la libertad de los profesionales que ahí trabajan”; “no podemos condicionar el desarrollo de un medio generalista como es la COPE”… Sin entrar en las contradicciones que se esconden detrás de tales razones, con esta Jornada del día 20 se da un paso más: se invita de manera exclusiva a los periodistas de la COPE para orientar pastoralmente a los católicos de nuestra Diócesis y se proponen a sus personajes más conflictivos como orientadores y ejemplos de los comunicadores católicos.

Consideramos legítimo y necesario que, en la creación de opinión, cada grupo político pueda difundir y defender sus posturas, pero no podemos comprender que en nuestra Diócesis la Iglesia se identifique y promueva a cualquier precio, no sólo los intereses de un partido, sino los de una facción concreta de ese partido; y que los principales representantes de esa operación sean propuestos por Uds. como ejemplos a seguir y sus orientaciones sean servidas como si fueran la doctrina social de la Iglesia en este campo.

Entre los ponentes hay algunos que se han reconocido públicamente –honradamente por su parte– como agnósticos o protestantes. No tenemos ningún inconveniente en que trabajen en una institución católica; nos parece un signo de diálogo y apertura. Lo que nos parece contradictorio es que sean ellos los que marquen su línea editorial, sus mensajes y sus formas. ¿Dónde queda la identidad católica de la institución? Por ellos lo que la COPE promociona hoy en la sociedad española no es una línea editorial libre, ni sus orientaciones son las de la doctrina social de la Iglesia, sino unos mensajes y unas formas que están al servicio del neoliberalismo económico y el conservadurismo político.

Para importantes sectores sociales y eclesiales –entre los que nos movemos– resulta sencillamente incomprensible y escandaloso. Coincidimos con el abad de Montserrat cuando recientemente declaraba que para él resultaba un misterio por qué esta situación no cambia. Constatamos cómo no sólo no cambia, sino que cada vez se consolida más.

Honestamente creemos que, en el panorama mediático de la sociedad española, la COPE no sólo no funciona según las orientaciones del mensaje del Papa, sino que podríamos presentar una amplia documentación para demostrar que lo hace en sentido contrario, tanto en los mensajes que transmite como en sus formas de comunicar. Desde la sensibilidad de las comunidades cristianas, de las que somos responsables, y desde nuestra propia opinión, no podemos aceptar que sean estos ponentes los que monopolicen la imagen de “católicos en la vida pública”. Tenemos el sentimiento de que pretenden acaparar, privatizar y recluir la imagen de la Iglesia católica en un sector y excluir, en la práctica, de la comunión eclesial al que no se identifica con una determinada postura socio política demasiado reducida.

Esta crítica está formulada desde el desconcierto y el desacuerdo, pero también desde el deseo de seguir construyendo juntos una Iglesia comunión, de todos y para todos. Como tales esperamos que sean acogidas por Ud., así como por el delegado de Medios de Comunicación de la Diócesis. Unidos en Cristo Resucitado.

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